Entrevista realizada por Victoria Muñoz de Texla Renovables

 

El avance renovable ha puesto a prueba la resiliencia de las redes eléctricas y la capacidad del sistema para integrar grandes volúmenes de energía no síncrona —aquella que no aporta inercia ni estabilidad a la frecuencia de la red—. En este escenario, Iberdrola defiende la necesidad de redes más digitales, flexibles y seguras, capaces de gestionar un sistema cada vez más descarbonizado sin comprometer la estabilidad del suministro.

En palabras Antonio Fernández,  delegado de Iberdrola Andalucía: “La energía síncrona se ha revelado como clave ante el apagón del 28A y la nuclear desempeña hoy un papel esencial en el mix estable de la red.”

Con más de un siglo de historia, Iberdrola se ha consolidado como líder en energías renovables, alcanzando 22.936 MW de capacidad instalada en España al cierre del tercer trimestre de 2025. En ese contexto, Andalucía  se sitúa como «territorio prioritario» en la hoja de ruta energética de Iberdrola,  que acaba de aprobar su nuevo Plan Estratégico, centrado en la electrificación y con inversiones de 58.000 millones de euros hasta 2028 para el desarrollo de redes eléctricas.

La compañía cuenta en la región con 29 parques eólicos y 6 plantas fotovoltaicas, que suman más de 1.500 MW de potencia renovable, y sus actividades generaron en la comunidad el pasado año un impacto económico superior a 920 millones de euros.

Uno de los proyectos más singulares llevados a cabo es la puesta marcha la planta solar de Caparacena en Granada, con una inversión de 230 millones de euros y 330 MW de potencia instalada.

En esta entrevista para CLANER, Fernández destaca la relevancia del tejido empresarial y el respaldo institucional como factores clave para consolidar el liderazgo renovable andaluz, y analiza también los retos de la red, el impulso al almacenamiento energético y la colaboración público-privada en la transición hacia una economía descarbonizada.  

Andalucía ha batido un nuevo récord en el último año con un 29% más de capacidad renovable, hasta alcanzar ya un 69% de potencia de generación limpia. En su opinión, ¿qué factor ha sido más determinante para situar a la comunidad como punta de lanza en España: los recursos naturales, ¿el tejido empresarial o el impulso institucional?

Andalucía reúne tres condiciones que permiten avanzar hacia una posición de liderazgo.  Cuenta con unos recursos autóctonos excepcionales, un tejido empresarial dinámico y una administración que impulsa la transición energética con visión. Esta combinación ha consolidado un modelo de crecimiento sostenible sustentado en la colaboración y en la apuesta por la innovación. Desde Iberdrola valoramos especialmente ese marco de confianza y cooperación que hace posible un desarrollo energético sólido y compartido.

Iberdrola se ha consolidado como uno de los grandes motores económicos de Andalucía. ¿Cuáles son los planes de crecimiento de la compañía en la región y qué tecnologías marcarán esa apuesta en los próximos años?

Andalucía es un territorio prioritario en la estrategia de Iberdrola y un polo de crecimiento dentro de nuestro modelo de desarrollo sostenible. Queremos seguir impulsando la generación renovable y el despliegue de soluciones de almacenamiento y electrificación que aceleren la transición hacia una economía descarbonizada. Nuestra hoja de ruta pasa también por fortalecer la colaboración con el tejido industrial andaluz. Trabajamos de manera estable con más de doscientas empresas proveedoras de la región, generando una cadena de valor sólida e innovadora que impulsa el crecimiento del sector energético y contribuye al desarrollo sostenible del territorio.

“ANDALUCÍA ES UN TERRITORIO PRIORITARIO EN LA ESTRATEGIA DE IBERDROLA Y UN POLO DE CRECIMIENTO DENTRO DE NUESTRO MODELO DE DESARROLLO SOSTENIBLE”

En su último plan estratégico, Iberdrola da un papel central a la inversión en redes. En un contexto donde la electrificación avanza rápido pero los cuellos de botella en capacidad son cada vez más visibles, ¿qué transformaciones deberían abordar las redes para garantizar resiliencia, seguridad y un suministro asequible que acompañe al despliegue renovable en Andalucía?

Las redes eléctricas son la columna vertebral del nuevo modelo energético. Su digitalización y modernización son esenciales para integrar más generación renovable, garantizar la calidad del suministro y ofrecer un sistema más flexible y resiliente.
Desde Iberdrola impulsamos inversiones que no solo refuerzan la infraestructura eléctrica, sino que también fomentan la innovación tecnológica y el empleo cualificado. Unas redes más inteligentes son la base para avanzar hacia una electrificación segura, eficiente y sostenible.

El blackout del 28A ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de la red y ha desencadenado un cruce de acusaciones entre los distintos agentes del sistema. Más allá de responsabilidades coyunturales, ¿qué lecciones deberíamos extraer de ese episodio y hacia dónde deben orientarse las prioridades del sector para garantizar un suministro seguro y estable en los próximos años?

Nos recuerda la importancia de contar con un sistema eléctrico robusto, coordinado y preparado para responder ante situaciones excepcionales. Más allá de las causas puntuales, debemos reforzar la resiliencia del sistema, anticipar riesgos y seguir invirtiendo en redes. La prioridad es avanzar hacia una red más flexible y digitalizada, con mayor capacidad de gestión en tiempo real e integración de energías renovables, capaz de garantizar un suministro seguro y estable en todo momento. La energía síncrona se ha demostrado clave en este asunto y la nuclear tiene un papel indispensable.

Los recientes mapas de capacidad muestran que más del 83% de los nudos de distribución están saturados, una situación que ya retrasa proyectos y frena nuevas inversiones. ¿Qué efectos puede tener esta saturación sobre la atracción de industria y empleo en Andalucía, y qué medidas deberían priorizarse para no perder competitividad frente a otras regiones?

La capacidad de red es un factor clave para atraer inversión, impulsar la actividad industrial y generar empleo de calidad. Cuando la infraestructura no crece al mismo ritmo que la demanda, se corre el riesgo de limitar el desarrollo de nuevos proyectos y ralentizar la transición energética. Por eso, es fundamental avanzar en una planificación más ágil y coordinada que permita reforzar las redes de transporte y distribución con una visión de largo plazo.

El almacenamiento energético se ha convertido en pieza clave para integrar más renovables y dar estabilidad al sistema eléctrico. Iberdrola cuenta con una amplia experiencia en este campo. ¿Qué planes manejan para reforzar la capacidad de almacenamiento —tanto en baterías como en bombeo— en el territorio andaluz y cómo valoran el marco regulatorio actual para acelerar este tipo de desarrollos?

El almacenamiento energético es clave para garantizar la estabilidad del sistema y aprovechar todo el potencial de las energías renovables. Nuestra principal apuesta pasa por el bombeo, una tecnología madura y eficiente que aporta flexibilidad y capacidad de gestión a la red. Al mismo tiempo, impulsamos soluciones innovadoras junto a socios tecnológicos andaluces como por ejemplo INERCO, que, junto con la multinacional alemana Bayer, ha desarrollado un proyecto pionero de almacenamiento térmico que transforma electricidad 100 % renovable en vapor para uso industrial.

“NUESTRA PRINCIPAL APUESTA PASA POR EL BOMBEO, UNA TECNOLOGÍA MADURA Y EFICIENTE QUE APORTA FLEXIBILIDAD Y CAPACIDAD DE GESTIÓN A LA RED”

La aceptación social se ha convertido en otro de los grandes desafíos del despliegue renovable. En varias comunidades han surgido plataformas ciudadanas contra macroplantas, mientras que otros proyectos como el vuestro de la miel solar en Huelva, demuestran que es posible compatibilizar energía, biodiversidad y desarrollo rural. Desde su experiencia, ¿qué claves cree que son esenciales para que el sector logre una integración armónica con el territorio y genere valor compartido con las comunidades locales?

El éxito de la transición energética depende de cómo seamos capaces de integrarla en el territorio y en la vida de las personas. En Iberdrola creemos que cada proyecto debe crear oportunidades, generar confianza y respetar su entorno natural y social.
En el Andévalo (Huelva) desarrollamos la iniciativa de la “miel solar” que combina la generación fotovoltaica con la apicultura y la protección de la biodiversidad dentro de una de nuestras plantas renovables más emblemáticas. Es un ejemplo de convivencia entre energía y naturaleza, y demuestra que la transición energética puede tener un impacto positivo en las personas y en el medio rural.

Andalucía ha experimentado también un fuerte crecimiento en autoconsumo: al cierre de 2024 la potencia instalada alcanza los 1.560 MW, lo que equivale a alrededor del 11% de la capacidad renovable total en la región. ¿Cómo valora Iberdrola el papel del autoconsumo colectivo y de las comunidades energéticas locales en su estrategia regional?

El autoconsumo colectivo y las comunidades solares permiten acercar la energía renovable a quienes no pueden disponer de una instalación propia. Iberdrola cuenta ya con más de 120 comunidades solares activas en Andalucía, que permiten a miles de familias beneficiarse de energía limpia y cercana sin necesidad de inversión inicial. Estas iniciativas ayudan a democratizar el acceso a la energía y refuerzan el papel de la ciudadanía en la transición hacia un modelo más sostenible y participativo.

“EL ÉXITO DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA DEPENDE DE CÓMO SEAMOS CAPACES DE INTEGRARLA EN EL TERRITORIO Y EN LA VIDA DE LAS PERSONAS”

Por último, nos gustaría abordar una última cuestión enfocada al hidrógeno verde. Con más de 3 GW de electrolizadores como meta, la Estrategia Andaluza de Hidrógeno Verde sitúa a la comunidad entre las más ambiciosas de Europa ¿Qué papel puede jugar Andalucía en la hoja de ruta de Iberdrola hacia el hidrógeno y qué elementos —infraestructura, demanda industrial, regulación— resultan determinantes para escalar proyectos realmente competitivos?

Andalucía reúne condiciones únicas para ser uno de los protagonistas del desarrollo del hidrógeno verde en el sur de Europa. Su potencial renovable, su base industrial con empresas consumidoras de hidrógeno, y su posición estratégica la convierten en un territorio clave. El H2V debe impulsar la descarbonización de la industria y crear nuevas oportunidades tecnológicas y de empleo.

Entrevista realizada para CLANER

Planta solar de Caparacena, Granada

Planta solar de Caparacena, Granada