El compromiso de Texla Renovables con la sostenibilidad y la conservación ambiental se manifiesta de manera ejemplar a través de su servicio de dirección medioambiental. Este servicio no solo es fundamental para el cumplimiento de las normativas y la mitigación de impactos en el medio ambiente, sino que también representa un pilar esencial en la estrategia de sostenibilidad de cualquier proyecto de energía renovable.

La dirección medioambiental de Texla asegura que los proyectos se desarrollen respetando los más altos estándares de sostenibilidad y conservación ambiental. Esto es especialmente relevante en un contexto global donde la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, se ha vuelto una prioridad en el sector. Además, este servicio, facilita la identificación temprana de riesgos ambientales, permitiendo su mitigación y evitando posibles complicaciones medioambientales, legales o sociales a futuro, que podrían retrasar o incrementar los costos de los proyectos.

El valor añadido de Texla Renovables

Texla Renovables se distingue en el mercado por su amplia experiencia y enfoque integral en la dirección medioambiental de proyectos de energía renovable. Hasta la fecha, la empresa asume la dirección medioambiental de 59 proyectos, distribuidos en diferentes fases: desarrollo, construcción y explotación.

Este historial no solo demuestra la capacidad de Texla para manejar proyectos en diversas etapas, sino también su compromiso con la implementación de prácticas sostenibles y la conservación de la biodiversidad a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto. Para Carmen Ceballos, responsable de este área en Texla Renovables: “El principal objetivo es lograr  una simbiosis entre el medio ambiente y los proyectos de energías renovables, desarrollando una serie de actuaciones muy específicas que generen un impacto positivo en las poblaciones faunísticas y de flora del entorno, logrando estabilización, mejora y potenciación de las mismas. Así mismo,  todas nuestras actuaciones se enfocan para generar una sinergia medioambiental y socioeconómica”.

Las tres fases de abordaje y sus peculiaridades

Desarrollo, construcción y explotación son las tres fases de la dirección medioambiental en proyectos de energía renovable, siendo importantísimas para asegurar la sostenibilidad y minimización del impacto ambiental en cada etapa del proyecto.

Durante la fase de desarrollo, se realizan evaluaciones de impacto ambiental y se planifican estrategias que mitiguen las afecciones en el entorno natural y ejerzan un impacto positivo que mejore y potencie el hábitat del entorno donde se proyecta la implantación de energías renovables, estableciendo una base sólida para proyectos respetuosos con el medio ambiente.

En la fase de construcción, se aplican prácticas sostenibles y se gestionan eficaz y eficientemente los recursos para reducir la huella ecológica, garantizando que se cumplan los estándares medioambientales.

Finalmente, en la fase de explotación, se monitorea de forma continua el impacto ambiental y se implementan programas de conservación de la biodiversidad, evaluando la mejora y evolución de las poblaciones de fauna y flora en el entorno, asegurando que los proyectos no solo sean sostenibles en términos de producción de energía, sino que también contribuyan positivamente al entorno natural a lo largo de su vida útil contemplando desde auditorías, hasta planes de contingencia.

Como explica Carmen Ceballos la fase de explotación, “tiene como finalidad hacer un seguimiento de las poblaciones faunísticas y vegetativas del entorno para ver su evolución durante toda la vida útil de las plantas y así mismo instaurar medidas muy concretas para mejorar esas poblaciones de fauna y flora, y a su vez realizar actuaciones para la recuperación del hábitat del entorno”.

En Texla sabemos que el éxito a largo plazo de los proyectos de energía renovable depende de su capacidad para operar en armonía con la naturaleza. Garantizamos la integración de medidas de conservación de la biodiversidad en todas las fases de los proyectos, desde la planificación hasta la explotación, asegurando un impacto positivo en el entorno natural, promoviendo una sostenibilidad duradera. “Nuestro compromiso con el medio ambiente es inquebrantable. Sabemos que cada proyecto  de energía renovable no solo debe cumplir con las normativas ambientales, sino que también debe contribuir positivamente al entorno natural. El respeto por el medio ambiente es una convicción que guía cada uno de nuestros proyectos”.